Cuando se es joven se es joven hasta el final
“Cuando se es joven se es joven hasta el final”
Reflexión sobre el teatro y su relación con la esencia vital.
Por Pablo Varela
Ilustración Eugenia Filippetti
Hace unos días caminando por Buenos Aires entré en una de mis librerías favoritas. Como estamos entre amigos me permito compartir el secreto. Es una pequeñita librería llamada “El Banquete Libros” en la calle Pampa 2508. Sus anaqueles están repletos de libros usados en perfectas condiciones y acomodados de una manera exquisita. El magnánimo librero otorga un lugar importante a la sección teatral. Allí siempre se encuentran joyitas perdidas, de las cuales alguien vaya a saber porqué se desprendió. Esta vez me esperaba allí un libro del año 1960 conmemorativo de los 10 años del movimiento teatral argentino “Nuevo Teatro”. Una edición repleta de fotografías de las representaciones del variado repertorio que este movimiento realizó (2284 representaciones entre 1950 y 1960).
Más allá del valor documental del libro encontré un texto de los líderes del movimiento: Alejandra Boero y Pedro Asquini.
Transcribo el texto sin omitir una sola coma.
“Luego de casi veinte años de militancia en el movimiento teatral independiente argentino hemos aprendido duramente que “hacer teatro” no es un privilegio, y si lo fuera se adquiere trabajando y estudiando y además trae consigo una pesada responsabilidad social. A esta responsabilidad hemos atendido con honda preocupación durante los diez años de Nuevo Teatro.
La enseñanza fundamental de nuestro oficio y nuestros deberes la hemos recibido del viejo y querido maestro don Ricardo Passano. De Leónidas Barletta hemos tratado de adoptar la tenacidad, la incansable continuidad en el esfuerzo, la disciplina y la consecuencia con los propios principios. Reconocemos además como maestros e inspiradores de la obra realizada, a Andrés Antoine, en la celosa defensa de nuestra independencia institucional y artística; a Romain Rolland, por su ideario de teatro popular, espíritu de lucha y profunda confianza en los valores del hombre; a Stanislavsky, por su permanente y exitosa búsqueda de una técnica teatral nacida de la auténtica realidad de la vida.
En la delicada misión de dirigir Nuevo Teatro intentamos aplicar esos ejemplos y enseñanzas adaptándolos a nuestra realidad. Hemos procurado siempre, por supuesto, aumentar la atracción e irradiación de nuestro tablado, que tiende a la realización del sueño de teatro popular en base al sentido y jerarquía del repertorio, la capacidad de los actores, el cuidado en nuestras puestas en escena y la disciplina interna fundada en el amor por la obra común. Conscientes de la necesidad de experimentar para renovar, hemos evitado caer en la ortodoxia, que casi siempre lleva al estancamiento arriesgando en cada estreno todo lo ganado en años de trabajo.
Luchamos acerbamente contra la improvisación, la deshonestidad, el envanecimiento y la venalidad que han aplastado al teatro argentino. Es decir, hemos procurado hacer honor a la profesión y a la militancia independiente, justificando nuestra permanencia en las tablas por el sentido que otorgamos a nuestra vocación, el respeto hacia el autor elegido y la fe en una humanidad con menos problemas que los que hoy preocupan al hombre”
Alejandra Boero – Pedro Asquini
Buenos Aires, Argentina. 1960
El texto es un manifiesto en toda regla que trasciende la frontera de lo teatral para entrar de manera directa en la esencia de la vida que el mismo teatro nos ayuda a vislumbrar.
El teatro es entretenimiento y reflexión, cuando este doble aspecto se conjuga la magia traspasa las paredes. El entretenimiento por si solo antes o después nos termina cansando. El teatro reflexivo o culturoso de círculos cerrados muchas veces se olvida entretener. Tener consciencia de nuestra labor social, como humildes artesanos del teatro, es comprender nuestra doble labor de entretener y dejar suelto algún pensamiento, que si hay viento a favor y terreno fértil se transforme en reflexión.
Mientras pensaba hacia donde se dirige esta reflexión encontré en la segunda página del libro esta frase “Cuando se es joven se es joven hasta el final” Estamos en esta vida para vivirla, para entretenernos y reflexionar, para construir con tenacidad y perseguir nuestros deseos… si hacemos todo esto es imposible no ser joven hasta el final.